Un pequeño escrito, basado en algo que me contaron por ahí.
Maquillaje
En medio de la noche abrió los ojos El sonido era tenue, pero en el silencio que trae la madrugada podía escuchar hasta su propio corazón. Sonaba como agua hirviendo, a fuego lento.
Miró el reloj en la mesilla, a las 3 de la mañana estaba segura que todos dormían. Se levantó de la cama, casi se tropieza con las zapatillas que se quitó al llegar de la fiesta. Hacía calor o al menos sentía la cara algo afiebrada.
Abrió la puerta con un rechinido, el pasillo seguía a oscuras; caminó a las escaleras y no vio ninguna luz, ni escuchó nada, si acaso un perro ladrando muy a lo lejos. Al llegar a las escaleras confirmó que el piso de abajo estaba en iguales condiciones que el de arriba, y sin embargo, ese burbujeo casi inaudible parecía vaporizarse en su oreja.
Se detuvo un momento. Sí, ahí estaba, ese otro sonido, como si alguien masticara una manzana a muchas cuadras de ahí. No estaba segura, pero quizás eran termitas comiéndose algún mueble, quizás detrás de las paredes de la casa.
Comenzaba a sentirse más acalorada.
Y el sudor comenzaba a darle comezón en la cara; no había sido tan buena idea irse a dormir sin desmaquillarse primero, pero moría de sueño. Era la primera vez que se maquillaba tanto para una fiesta, ok –pensó- la maquillaban. Ella no sabía hacerlo, así que le pidió a un amigo suyo que lo hiciera. Vaya que el tipo sabía cómo hacerlo. No quería quejarse, pero la pintura le provocó cierta picazón durante la fiesta.
Sara se rascó la mejilla, y se arrepintió porque aquellos grumitos al tacto le decía que la pintura se había corrido y tenía la cara echa un desastre. Entró al baño para lavarse, pensando seriamente en despertar a su madre para que revisaran la casa y dejará de escuchar aquél mordisqueo incesante.
No quería verse al espejo, su amigo la había dejado tan bonita que ahora sería una pena mirarse. Tendría que preguntarle luego dónde había conseguido ese maquillaje…o quizás tendría que irse a trabajar a la funeraria como él, para aprender a maquillar así.
La verdad es que quizás sí iba a terminar quejándose con él, la cara le estaba picando mucho, ¿y si era una reacción alérgica? ¿Qué clase de maquillaje había utilizado? Al encender la luz junto al espejo, juró preocupada, no volver a maquillarse… pero al verse la mejilla supurando diminutas larvas blancas que
comenzaron a caer sobre su mano, supo que no lo volvería a hacer jamás.